http://www.elpais.com/articulo/deportes/basta/humanamente/imposible/elpepidep/20090817elpepidep_7/Tes
Tengo un nudo en la garganta...
D.E.P Oscar, estes donde estes
... Desde Navarra se ha vivido muy intensamente, identificándose con la operación de rescate de Iñaki Ochoa de Olza
http://www.noticiasdenavarra.com/ediciones/2009/08/18/deportes/otros/d18otr46.1692854.php
Lo que más me preocupa es que artículos y opiniones con poco o nulo conocimiento de nuestra comunidad montañera y mucha dosis de deshumanización, puedan llegar a ser leídos por el entorno más cercano a Óscar Pérez y añadir al dolor de su pérdida, el dedo injustificable, ignorante y retorcido que hurga en la herida sangrante. La familia y el entorno de Iñaki Ochoa de Olza públicamente han comentado en numerosas ocasiones que una de las cosas que más les han reconfortado, fueron los esfuerzos para rescatarlo y, sobre todo, el cariño de toda la gente ( las últimas decklaraciones de su hermano Pablo a los medios navarros sobre el paralelismo entre el rescate de Óscar e Iñaki concluían- el enlace que os pudiera mandar es muy corto y no expresa el espíritu de la entrevista - con la intención de escribir una carta de la madre de Iñaki a la madre - familia de Óscar, para darles todo su cariño y apoyo ... ).
Discrepo en algunas de las anteriores apreciaciones.
Si bien suscribo en su mayoría las razonadas reflexiones así como el tono equilibrado de la exposición en el blog personal, pienso que esta otra respuesta no ha mantenido el tono conciliador y reflexivo adecuado, y entiendo que alguien haya decidido no publicarla, incluso pienso que indirectamente ha hecho un magno favor al colectivo de los alpinistas. El tono no es el adecuado, y no es positivo para el colectivo de los alpinistas -ni mucho menos para apaivagar el dolor de la familia y amigos, que debería ser el objetivo prioritario en estos momentos- que la sociedad pueda percibir a los alpinistas como personas que se dejan llevar por la visceralidad aunque ciertos comentarios puedan justificar el nerviosismo. Ya sabemos que hay pobres de espíritu en todos los ámbitos, pero también entre los alpinistas evidentemente, y yo no me atreviría a encumbrar a nadie por el mero hecho de ser alpinista ni a menospreciar a nadie por ser un usuario de las playas, aunque sea usuario inconsciente. Algunas de las comparaciones y reflexiones de esta última aportación, pero sobre todo el tono, no son constructivas. La pedagogía sobre nuestra actividad se ha de hacer desde la argumentación pausada y no desde la visceralidad, pues es muy comprensible que no todo el mundo la comprenda, como yo no llego a entender por ejemplo qué mueve a algunos a cazar animales, a atravesar Africa a toda velocidad en un vehículo todoterreno en el marco de una monstruosa carrera de tintes comerciales, etcétera; y si quiero cuestionar estas actividades para mi caducas lo haré desde la argumentación centrada, desde una visión ética, con la fuerza de las ideas en un marco de serenidad, no en el de la confrontación. Y finalmente la última reflexión, o la primera según se vea, nadie debería a título individual hablar en representación de todo un colectivo tan dispar; al menos yo no autorizo a este autor para que me represente utilizando este tono.
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