Dos barrancos magníficos!!
Según los expertos, el Bitet iba bajo para lo que es habitual. ¿Bajo?, entramos saltando a una marmita colgada atados como chorizos para no ir directamente al siguiente cascadón... Después una sucesión contínua de rápeles, saltos y toboganes: divertidos pero ciertamente técnicos. Lo más impresionante: la gorga, en la que tras un pasamanos de unos 20m para evitar el cascadón, nos introducimos con un rápel de 30m en una grieta estrecha y oscura, con un ruido ensordecedor y un viento y una ducha contínua. Majo, muy majo...
Para acabar una buena jornada, al ladito mismo fumos al Soussouéou. Para abreviar, lo llaman el Soso; pero de soso, nada. Una sucesión contínua de saltos y toboganes, con posibilidad de repeticiones: ahora lo salto, ahora lo toboganeo... y tan solo un rápel al final (que era también salto, pero se llenó de piedras por un desprendimiento). Lo más curioso, el último tobogan que, según un guía francés con el que coincidimos, es mejor hacerlo de cabeza !!??... El caudal era abundante (en la línea roja), según el mismo guía: el ideal para disfrutar.
Si vais al valle de Tena, apuntároslos. No os defraudarán!.
Buenos chapuzones!
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