Sierra de Madrid: ¿disfrute o negocio?
Soy un profesor de Educación Física de Primaria de uno de los pueblos del sur de la Comunidad de Madrid. Trabajo por y para mis alumnos (a pesar de que a nuestros dirigentes solo les interesan las estadísticas) y, como amante de la montaña y la naturaleza, intento que los niños descubran que en esta comunidad también se puede disfrutar y aprender de ella. Por eso, todos los años preparo una salida para hacer senderismo por la sierra de Madrid, siendo una de las actividades que más disfrutan y más provechosas en cuanto a vivencias, aprendizaje y relación alumno-alumno y profesor-alumno.
Pues bien, este domingo (quince de abril) he dedicado la mañana a realizar el recorrido que íbamos a llevar a cabo por la Barranca de Navacerrada, porque aunque ya lo conocía,hacía más de un año que no pasaba por allí. La zona es espectacular y el paseo a primera hora de la mañana muy reconfortante, hasta que me encuentro con que la zona donde pensaba descansar y comer después de una ruta de dos horas está rodeada de carteles de "Prohibido pasar". Estoy hablando del área recreativa de Las Vueltas en la Barranca de Navacerrada, hasta hace unos meses una zona de descanso donde todos los montañeros y vecinos de Navacerrada disfrutábamos de la sombra de enormes pinos y del rumor del arroyo que lo recorre. Prohibido pasar porque a alguien se le ha ocurrido montar allí un "parque de aventuras" y cobrar 15 o 20 euros a cada persona que quiera divertirse deslizándose por tirolinas o pasando de árbol a árbol por puentes de cuerda.
¿Estamos locos o qué? Una zona de recreo en plena naturaleza ocupada por una empresa que utiliza los árboles para ganar dinero. ¿Cómo han podido permitir eso los gobernantes? Bueno, de los gobernantes de la Comunidad de Madrid lo puedo entender porque con la boca pequeña piden un Parque Nacional y mientras siguen especulando con un terreno que ya no puede acoger más viviendas de lujo, campos de golf y ahora... "parques de aventuras" (Navacerrada, Cercedilla, Navafría...) Pero ¿y los habitantes de estos pueblos? ¿Y los montañeros que llevamos muchos años recorriendo todos los rincones y cimas de esta sierra? ¿No tenemos nada que decir? No podemos convertir la sierra en un parque temático ni la naturaleza en una exposición. Así no se cuida la naturaleza ni se realiza educación ambiental (por mucho dinero que se gasten en campañas). Este fin de semana, además de los excursionistas habituales había en la Barranca numerosos vehículos con adultos y niños vestidos de domingo que pagaban por entrar en un pedacito de nuestra sierra. ¿No es la naturaleza en sí misma una inagotable aventura? ¿Cómo les explico yo a mis alumnos que es más sano y gratificante hacer senderismo durante horas sin móviles, sin aparatos de música, sin refrescos, sin dinero..., si hasta para "disfrutar de la naturaleza" hay que pagar? Por favor, que alguien ponga un poco de cordura en todo esto.
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