Hola a todos,
viendo los últimos comentarios del foro, creo que la gente está muy exaltada. Lo entiendo porque a todos los que nos gusta la montaña y la naturaleza nos sienta como una patada tanto atentado ecológico. Pero por otra parte siempre he tenido la sensación que las cosas no son como nos gustaría a nosotros. Me explico. A nosotros no nos gustan los taxis de Aigües Tortes, pero seguramente sea una inyección de dinero que a los habitantes de allí sí les guste.
El que la montaña se convierta en un destino turístico más, te da rabia porque tú lo afrontas con otro sentimiento, si quieres más romántico, filosófico o espiritual, o simplemente deportivo. Pero a quién vive allí y vive del turismo le interesa que sea accesible a más gente, a aquellos que se quedan a tomar algo en un "bar en la montaña".
Efectivamente todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la naturaleza, desde el montañero hasta el jubilado, pasando por todo tipo de personas... pero, y esto no es cuestión de ser clasista, cada uno tiene unas condiciones técnicas y físicas y en función a estás podrán disfrutar o no. Yo me muero por subir la oeste del Naranjo, pero, o mucho cambia la cosa o no escalaré ni dos metros, pero desde luego acepto mi condición y no pido que me monten un ascensor, me conformo con la sur, y quién no pueda con la sur que se conforme con mirarla y quien no pueda llegar hasta alli, que la vea en postales.
No domestiquemos la naturaleza porque la convertiremos en un simple parque con columpios. No podemos permitir que unos pocos se enriquezcan a base de robar lo que nos pertenece a todos.
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