Dicen que la primavera la sangre altera, pues la llegada del verano no te quiero ni contar la que lía . "Todo cristo pichichi abandona sus madrigueras" y complace a los sentidos con la tranquilidad que los lindos parajes pueden llegarte a transmitir; a unos la playa , a otros una terrazita con algo refrescante y luego ya estamos "los bichos raros ", que seguimos con lo nuestro de siempre... a la montaña .
Para el rico veranito volveremos con nuevos planes montañeros en el "terreno de juego" de siempre , pero a la vez tan desconocido todavía. Nos adentraremos entre sus álgidas montañas y por sus rocosas alturas , sus verdes valles y sus refrescantes aguas de ríos e ibones; buscando con "espíritu aventurero " esos nuevos rincones en salidas de un día, otras largas ascensiones de un par de días e incluso alguna larga travesía de varios días...
Si quieres abrir una conversación nueva entra aqui